El sábado pasado fui Maestra de Ceremonias de un Congreso en PUCMM-stgo.
En un momento, luego de la disertación de uno de los invitados, se abrió una sesión de preguntas y respuestas. Me correspondía leer las preguntas, sin embargo, creo que hice un acto de discriminación. Me explico: alguien del auditorio (un estudiante) formuló una pregunta que a mi juicio no procedía en ese momento.
Me llamó mucho la atención el contenido de la pregunta. Y me pregunto: ¿Por qué relacionamos todo, cualquier tema con la política, la corrupción, el gobierno, la crisis? Por Dios!! Se estaba hablando de emprender, de crear, de negocios, para ser más exacta. En ese momento entendía que la “pregunta” estaba muy divorciada del tema.
No dejemos que el pesimismo nos gane, tampoco le echemos la culpa al gobierno en todo, a la corrupción, a los políticos, es una posición muy cómoda la que solemos asumir.
Por otro lado, me di cuenta que hacer algo que nos gusta, no tiene precio y que aunque no siempre las cosas salen como esperamos, al final resultan ser mejores y más beneficiosas.
Amalfi Eguren.
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